Sucre ahora es también la Capital de la robótica

Sucre ahora es también la Capital de la robótica

En 2015 y 2016, los colegiales capitalinos se llevaron todas las medallas de oro en las olimpiadas científicas. Y desde 2017 participan en torneos mundiales.

En 2015 nadie se explicaba por qué Sucre había ganado todas las medallas de oro en la categoría Hardware libre en las Olimpiadas Científicas Plurinacionales. En 2016, Sucre y Chuquisaca volvieron a ganar todas las preseas doradas en esa categoría. Pero en 2017 y 2018, el salto fue mayor.

En estos minutos, los colegiales Brayan Durán, Jhonn Piter Santa Cruz y Eduardo Vargas (los dos primeros de 16 años y el tercero de 14) seguramente están sentados escudriñando una y otra vez el robot con el que participarán en el Mundial de Robótica First Global Challenge en México entre el 13 y 19 de este mes.

Les queda sólo una semana y apenas duermen. “Estamos en mi casa, los tres. Comenzamos a las 8:00 de la mañana y trabajamos casi siempre hasta las 2:00 de la mañana, todos los días. Estamos muy emocionados, pero también con mucha presión por la falta de tiempo”, afirma Eduardo Vargas, el menor de los tres.

¿Cómo se preparan? ¿Qué hacen en las 18 horas de trabajo? “El robot tendría que estar listo días antes de la competencia. Estamos perfeccionándolo y agilizándolo para ese momento. Esta competencia es todo un sueño para nosotros”, responde Eduardo, cuyos padres están pendientes en todo momento de su alimentación, porque ellos hasta se olvidan de comer.

Brian, Jhon Peter, Eduardo y el tutor José Octavio Subirana –integrantes del equipo Interconectados de Sucre– ganaron el Primer Torneo Nacional de Robótica realizado este año, por lo que representarán a Bolivia en el torneo mundial en México.

Sucre desde 2015

Pero estos tres jóvenes son la última camada de sucrenses que sorprendieron con sus habilidades en el país. En 2017 fue la primera vez que Bolivia participó en el Mundial de Robótica First Global Challenge, uno de los más grandes del mundo, en el que participaron 163 países, cada uno de éstos con un equipo de entre cuatro y seis personas. La competencia fue en las áreas de robótica, programación y electrónica. Entonces, fueron cuatro colegiales bolivianos que representaron al país en Washington.

El equipo de sucrenses de ese año previamente había ganado una preselección virtual, en la que se presentaron 50 equipos de Bolivia. El jurado estaba conformado por bolivianos que estudian y trabajan en la Universidad de Harvard y en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), Estados Unidos.

Para esa competencia, que fue virtual, el equipo envió tanto el código como la simulación del robot a EEUU donde el trabajo fue calificado. Después de esa preselección, se ganaron el derecho de representar a Bolivia en el mundial de 2017, y salieron décimos a nivel global en la categoría mejor diseño e ingeniería del robot, que es un puesto muy importante, teniendo en cuenta que era la primera vez que Bolivia participaba en un concurso de esta naturaleza.

Para este año, la organización mundial de First Global Challenge hizo el primer torneo de Robótica, avalado por la organización mundial, y los ganadores obtendrían el derecho a representar a Bolivia en el mundial de México la próxima semana.

Para esta competencia en el país se han registrado 1.500 equipos, de los que quedaron 300. Con esta cantidad de participantes se ingresó a la etapa virtual a través de una página web de la Universidad Mayor de San Franciso Xavier de Chuquisaca, en la cual todos los equipos tenían que resolver tres retos: generar estabilidad en robots autónomos, los cuales tenían que ser con dispositivos de bajo costo; lograr que el robot se dé cuenta en todo momento en qué parte del espacio estaba –lo que es una base para que en un futuro se puedan desarrollar vehículos autónomos–, y adquirir la capacidad de telecontrolar el robot a través de instrumentos creados por los mismos competidores.

15 de los 300 equipos superaron esta etapa y participaron en la final presencial realizada en Sucre. Y los ganadores fueron los tres jovénes que hoy se preparan “día y noche” en la ciudad blanca.

Nada es por casualidad

“¿A qué atribuye el éxito de los colegiales de Sucre en esta área del conocimiento?”, preguntamos al ingeniero en Sistemas y Telecomunicaciones Said Eduardo Pérez Poppe, docente en la Facultad de Tecnología de la Universidad Mayor de San Francisco Xavier de Chuquisaca.

Y él se remonta a 2014, año en que la universidad pública se ha propuesto dar clases de robótica de manera gratuita a todos los estudiantes de los colegios de Sucre.

Desde un comienzo, en el proceso se han involucrado estudiantes y auxiliares de la Facultad de Tecnología, que impartían clases desde las 7:00 de la mañana hasta las 21:00 todos los días. Incluso sábados.

“A partir de eso, esto fue una bola de nieve que no dejaba de crecer. Sólo se necesitaba un empujoncito. Desde entonces, los chicos que fueron capacitados en 2014 ahora tienen clubes de robótica en sus casas o en ambientes alquilados. Ellos ahora son tutores”, afirma Pérez Poppe.

Desde 2014, en Sucre emergen año tras año camadas de jóvenes que comienzan a dibujar un nuevo horizonte en esa región con pinceles hechos de ciencia, tecnología y conocimiento.

El Palacio de La Florida, la apuesta turística para 2018

Sucre siempre fue un atractivo turístico, por su profusa y rica historia que lo convierten en una valiosa joya no sólo de Bolivia, sino de América. ¿Quién no conoce la Casa de la Libertad?, ¿los atardeceres de la plaza Recoleta?, ¿la iglesia convento San Felipe de Neri?, ¿la histórica plaza 25 de Mayo?, ¿el parque Bolívar, quizá el más hermoso de Bolivia?

Sucre –que integra el grupo de 25 ciudades patrimonio de la humanidad en América Latina– cuenta asimismo con un sinfín de atractivos, como el famoso Cementerio General, cuya construcción comenzó en 1777. Sus mausoleos y criptas son una exhibición de una variedad de estilos arquitéctonicos. Y allí están enterrados personajes históricos y muchos héroes de la Patria.

La Ciudad Blanca es también un lugar de museos históricos, como los de Santa Clara, Charcas, Antropológico, de Historia Natural, entre otros.

Palacio de La Florida
La última apuesta de la Alcaldía de Sucre es el Palacio de la Florida, que hoy –decreto mediante– es la segunda residencia de Evo Morales, quien, sin embargo, aún no pasó una noche, pero sí la visitó.

La Alcaldía y la Gobernación emprendieron la restauración de este monumento para convertirlo en un atractivo turístico. El Palacio de la Florida fue abierto al público como Museo el 30 de junio. La Alcaldía, a través de la Dirección de Turismo, gestiona la adquisición de muebles de la época para embellecerlo y dar mayor realce histórico a este centro histórico.

Este edificio –estilo renacentista– fue construido por el presidente Aniceto Arce Ruiz en 1888 (situado a 4,5 km de Sucre camino a Potosí). Cuenta con unas 60 habitaciones y buena parte de sus puertas y ventanas fueron construidas con pino importado de Ucrania, quizá por eso duran tanto.

La ciudad del chocolate y los sombreros

Sucre también es conocida como la ciudad de los sombreros y el chocolate, y en ambos casos se trata de productos de exportación.

Actualmente hay tres fábricas de sombreros o de campanas para sombreros que generan más de 500 fuentes de empleo en forma directa, según Gastón Heredia, presidente de la Cámara de Exportadores de Chuquisaca.

Se sacan al mercado sombreros semiterminados y terminados para damas, varones, niños, y de diferentes colores, pesos, medidas y modelos.

Son exportados a Perú, Chile, Argentina, Uruguay, Colombia y México y las empresas ganaron ya varios premios y galardones internacionales. “Es una de las actividades más prósperas, después del cemento”, afirma Lizbeth Rojas, presidenta de la Cámara de Industria y Comercio de Chuquisaca.

Otra actividad empresarial que se constituye en una marca de la Capital es la producción de chocolates, que son comercializados en gran parte del país. Y también son exportados.

Las fábricas ofrecen sus productos en una gran variedad de sabores, con ingredientes como chiles, quinua, café y hasta hojas de coca. Asimismo, ofrecen paletas de chocolate, cacahuates cubiertos con chocolate y en otras formas.

Es tan conocida esta actividad, que una de las fábricas (Para Ti) abrió en la ciudad un museo del chocolate, para darle al visitante la posibilidad de conocer toda la cadena de elaboración de este exquisito producto.

Fuente: Página Siete